Isla a la vista

 Ahora, cuando no existen lugares inaccesibles, cuando la Tierra se nos ha hecho pequeña, hasta el Sistema Solar parece haber encogido e internet nos hace más próximos, es más necesario que nunca buscar espacios nuevos y remotos, estrellas inalcanzables... En definitiva soñar.

Los humanos, desde siempre, hemos necesitado ponernos metas o búsquedas que nos sacaran de la rutina cotidiana, en ocasiones, ramplona y castradora.

Isla a la vistaY así surgieron: El Dorado, la Fuente de la Eterna Juventud, la Utopía de Tomás Moro, La isla del Tesoro... Aunque marineros de agua dulce, ¿quién no ha soñado con esa isla, en donde depositar la esperanza de una vida mejor, más justa, más humana? Yo os invito a que, desde nuestras casas, desde la silla del despacho, desde cualquier rincón de nuestro lugar de trabajo, convertidos en nuestro particular puerto de Bristol, embarquemos en la Hispaniola, como lo hiciera Jim Hawkins, y, levando anclas, nos hagamos a esos mares del sueño y del misterio, en los que, sin duda alguna, encontraremos esa isla única y nuestra, que no está en ningún mapa y en la que hallaremos todo aquello que hará más llevadera la limitada peripecia vital, con la que nos encontramos cada mañana al despertar.

Los humanos, desde siempre, hemos necesitado ponernos metas o búsquedas que nos sacaran de la rutina cotidiana

Es más necesario que nunca buscar espacios nuevos y remotos, estrellas inalcanzables

¿Quién no ha soñado con esa isla, en donde depositar la esperanza de una vida mejor, más justa, más humana?

Yo os invito, desde aquí, desde este mar de letras, a desatar amarras, a romper con la mediocridad, con la rutina; a rebelarnos contra los moldes establecidos que amenazan con uniformarnos y asfixiarnos.

Levemos anclas, y que los vientos nos sean favorables. ¡Feliz singladura!

{backbutton}

Deja tus comentarios

Enviar un comentario como invitado

0
terminos y condiciones.
  • No se han encontrado comentarios